Tu gato y el veterinario
Los gatos son animales muy sensibles al estrés, y llevarlo hasta la clínica implica varios hechos que pueden resultarle muy desagradables.
Elegir un transportín adecuado
- Debe ser robusto y fácil de limpiar (de plástico o recubierto de plástico)
- Los que se pueden abrir por la parte superior son más beneficiosos, ya que el gato puede ser sacado y metido de una manera más amable.
- Dentro podemos colocar alguna ropa nuestra o alguna manta que el animal utilice en casa, para que tenga un olor más familiar. Otra opción es frotar alguna tela en la cara del gato y luego colocarla dentro.
- Es muy útil el uso de feronoma facial felina en spray (Feliway), rociar el transportín unos 30 minutos antes.
- Cubrir el transportín con una manta o toalla durante el viaje puede ayudar al gato a estar más calmado.
- Muy importante: no sólo hemos de utilizar el transportín cuando vamos a llevar el gato al veterinario. Ha de ser un elemento más de la casa y habituar al animal desde que es pequeño a estar allí.
El trayecto en coche
- Hemos de tener en cuenta asegurar el transportín con el cinturón de seguridad o colocarlo en el espacio para los pies durante el viaje en coche, hemos de minimizar su movimiento y que esté lo más fijo posible.
- Debemos evitar los olores fuertes (ambientadores, humo de tabaco, etc), ya que podemos herir la sensibilidad de nuestro gato con ellos.


En la Sala de Espera
- Mantenga el transportín en alto, en las mesitas dispuestas para ese fin. Los gatos se sienten más seguros a cierta altura del suelo.
- Tape el transportín con las mantas que les facilitamos; de esa manera no tendrá contacto visual con otros gatos, perros o personas, y eso ayuda también a calmar al animal.
- En nuestro mostrador de recepción también encontrará una zona para aparcar el transportín, y como decíamos anteriormente, que se encuentre en una zona elevada y tranquilo.